PANECILLOS DE DUZ

Por Casilda Gil.

Este es el postre típico de Navidad y de Semana Santa en esta tierra mía manchega.
La receta que voy a escribir es la que mi madre heredó de la suya.

INGREDIENTES :
Los ingredientes, sencillos y humildes, son los que había en cualquier casa labriega de estos lares:
– Pan, de varios días atrás.
– Huevos, de las gallinas del corral.
– Azúcar, la que se reservaba para los días de fiesta o de comer bien.
– Azafrán, de la cosecha propia.
– Mondadura de naranja seca, la que guardó después de ponerla a secar cuando se comieron en su temporada.
– Canela, no es indispensable, solo para los años de pujanza.

ELABORACIÓN :

1- Como el pan está bien “asentado” ,se desmigaja con facilidad frotándolo entre las dos manos. Usaremos una hogaza de 1 kilo de la que sólo tomaremos la miga. Apartamos la corteza y la reservamos para otra elaboración, (que podrían ser unos picatostes o unas torrijas ronchonas).
2- Con la miga en un bol vamos cascando los huevos sobre ella y sin batirlos, lo vamos mezclando todo con ayuda de un tenedor con movimientos envolventes. Se precisará no menos de docena y media de huevos, si son gordos, pudiendo llegar a ser dos docenas si los huevos son medianos. Iremos mezclando huevos y miga hasta que consigamos una masa de consistencia ligera, pero no líquida, parecida a una papilla espesa y un poco compacta que dejaremos reposar una media hora.
3- En una sartén pondremos a calentar abundante aceite, de oliva si se quiere, o de girasol para un sabor más ligero, la cocinera decidirá. Cuando el aceite esté bien caliente, con una cuchara tomamos cucharadas de la masa y la vamos vertiendo en la sartén como si se tratara de croquetas. Se fríen en cuestión de minutos.
4- Al apartar los panecillos de la sartén se pueden poner en un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

5- Vamos colocando nuestras «pelotas», como a mi abuelo José Ramón le gustaba llamar a los panecillos, en una olla grande y cuando estén todos , añadimos la cáscara o mondadura de una naranja, una ramita de canela en rama (opcional), cubrimos de agua y añadimos unas hebras de azafrán. Encendemos el fuego. 6- Mientras llega la ebullición, tostamos el azúcar, con tres cuartos de kilo de la misma en un cazo y unas gotas de agua. 7- Cuando el azúcar esté tostada ,la vertemos sobre los panecillos y dejamos que cueza a fuego suave no más de media hora. El tiempo suficiente para que los panecillos se empapen del almíbar sin llegar a romperse.
8- Apartamos nuestra olla del fuego y dejamos enfriar.


Los tomaremos como postre al día siguiente y los sucesivos. Aguantan varios días y van mejorando con el reposo.
Como hemos hecho una buena cantidad tendremos postre para toda la Semana Santa y para regalar un tarrito a alguna hermana, hija , cuñada o amiga…


¡Buen provecho!

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